Viernes fecha límite. Ese es el día que UGT considera como “clave” para que Lactalis anuncie, de manera definitiva, si estudiará alguna de las 40 ofertas recibidas en los últimos meses para comprar la planta de Lauki en Valladolid. Una fábrica que pretende cerrar el 1 de octubre y dejar sin trabajo a 85 trabajadores.
Y es que el viernes es el día en el que responsables de Lactalis han sido citados a partir de las 12.00 horas a la reunión de la Fundación Anclaje, integrada también por la Junta, sindicatos, empresarios y mediadores, donde, tal y como han explicado hoy ante las puertas de la factoría vallisoletana los secretarios regionales de Acción y Política Sindical de UGT, Vicente Andrés y Raúl Santa Eufemia, respectivamente, la multinacional francesa se pronuncie claramente a favor o en contra de la venta.
“Empieza la cuenta atrás, estamos en un momento clave, llega la hora de la verdad en el proceso de venta de Lauki”, ha insistido Andrés, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, confía en que Lactalis se pronuncie de forma positiva en favor de alguno de los cuarenta contactos mantenidos, entre los cuales hay ofertas importantes por hacerse con la propiedad de las instalaciones.
El sindicalista recuerda que una fábrica con el potencial de Lauki no debería tener problemas para su venta si existe verdadera intención de hacerlo y para ello se pide un precio “flexible” y se facilita la subrogación de la plantilla, a no ser que, “y esa es la cuestión, la empresa propietaria pretenda hacer negocio con ello, además de propiciar un cierre ilegal por deslocalización”, escenario en el que la venta será imposible.
Amenaza de acciones en la calle
El objetivo es que “ellos ganen en su objetivo de marcharse fuera y que Valladolid conserve las instalaciones abiertas”, resume Andrés, quien simplifica igualmente el escenario: “Si se quiera hay venta, si no se quiere no hay venta, es tan fácil como eso”, y por ello tanto él como el secretario de Política Sindical, Raúl Santa Eufemia, demandan de Lactalis una posición clara y exigen que no juegue con los intereses de los trabajadores afectados.
“Si detectamos que ha habido una intención de engañar a la ciudadanía y los trabajadores, la respuesta será contundente no sólo en los tribunales y el ámbito europeo sino también desde el punto de vista de la movilización ciudadana a pie de calle”, han advertido los dos representantes sindicales de UGT.