El proyecto ferroviario en Valladolid sigue su curso, capeando el temporal y enfrentando permanentemente una situación de crisis, como si estuviera abocado a caer al abismo, pero sujeto al deseo de ver las vías del tren soterradas. El consejo de administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad se ha reunido este miércoles con la imperiosa necesidad de plantear una postura clara y de viabilidad ante los bancos, dado que el día 30 vence el nuevo plazo para pagar parte de la deuda.
La idea del Ayuntamiento sigue siendo que Renfe y Adif, los más beneficiados hasta el momento con lo que la Sociedad ha acometido, principalmente la construcción de los nuevos talleres, asuman ese pago de 62 millones de euros. Para facilitar que las entidades dependientes del Ministerio de Fomento asuman ese próximo pago a los bancos, el Ayuntamiento va a poner a la venta varias parcelas en el paseo de Farnesio, en el entorno de la estación de tren.
El alcalde, Óscar Puente, ha explicado que “es difícil vender unas parcelas sin que esté aún claro si se hará el soterramiento ni cómo, pero sí que hay una tasación de esa zona que indica que las parcelas pueden tener un valor importante, que facilitaría que Renfe y Adif tuvieran una expectativa de recuperar antes el dinero que ahora adelantarían para afrontar el pago de la deuda”.
Puente no ha querido concretar plazos, “porque siempre nos estamos pillando con las fechas, la situación es muy complicada, pero se podría comenzar esa venta dentro de un año”. El alcalde también ha precisado que ha habido dos grupos inversores que han mostrado su interés, “han sido pequeños contactos y no hay que darle mucha importancia, pero demuestra que la operación podría ser viable, uno es un grupo español y el otro es de Singapur”.
Traslado de talleres
El otro gran asunto abordado en el consejo de administración ha sido acelerar de una vez por todas el traslado a los nuevos talleres de Renfe. El secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar, ha indicado que se ha firmado el convenio entre Renfe y la Sociedad para que se agilicen el resto de trámites, “aunque aún falta por solventar algún problema con alguno de los proveedores, pero en principio en las próximas semanas se podrá ultimar el traslado”.
Nuevo aplazamiento
El día 30 de septiembre vence el nuevo plazo para pagar parte de la deuda, 62 millones, que la Sociedad tiene con los bancos que financiaron los primeros pasos de la operación ferroviaria. En la reunión se ha decidido solicitar un nuevo aplazamiento de tres meses (que generará otros 4,5 millones de euros de intereses), para “poder avanzar en los planes de viabilidad que se están realizando y analizar las posibilidades de venta de los terrenos para hacernos una idea del proyecto que se puede acometer”, ha explicado Gómez Pomar.
En esa idea ha insistido el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que ha destacado “el compromiso de las administraciones para continuar con el proyecto” y ha añadido que el pedir un nuevo aplazamiento “no es dar una patada hacia delante, sino terminar de elaborar el plan de viabilidad y ver de qué forma podemos poner a cero el contador de la deuda financiera, que sería ideal para continuar con garantías”.