Bragança, capital histórica de la región de Trás-Os-Montes, es al mismo tiempo una ciudad con grandes avenidas y un pueblo medieval con castillo y recinto amurallado desde los que se puede contemplar el campo, el bosque y las pequeñas granjas que la rodean.
Tierra hospitalaria, de fuertes tradiciones y siglos de historia, es un lugar de visita obligada, y a tan solo dos horas desde buena parte de las capitales de provincia de Castilla y León. Quien conoce la región, sabe que volver es una ‘necesidad’. Bragança deja huella en su alma, pero, sobre todo, en su corazón. Su gente, que tan bien preserva las tradiciones ancestrales, como los Caretos, es muy acogedora y siembre recibe al visitante con los brazos abiertos.
El entorno natural de Bragança se caracteriza por la biodiversidad muy variada, en plena simbiosis con el hombre. De ahí que la UNESCO la haya reconocido como Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica. En sus aldeas, donde el tiempo parece correr a otro ritmo, más auténtico y con otra calidad, la amistad y el apoyo mutuo entre los vecinos son muy respetados pudiéndose vivir momentos únicos durante el viaje.
Recorrido
Inicie su seducción en la Plaza Cavaleiro de Ferreira, delante del magnífico Teatro Municipal de Bragança. Camine por sus calles con el Castillo de Bragança como telón de fondo, majestuoso y altanero en la cima de la loma. En la Plaza de la Sé, deslúmbrese ante la Iglesia de la Sé y su atmósfera envolvente, donde estudió Miguel Cervantes. Antigua iglesia de jesuitas con capillas barrocas y una decoración interior a base de azulejos. Frente a la catedral se exhibe un Cruceiro de 1869 sobre una columna salomónica.
En el Centro de Arte Contemporáneo Graça Morais disfrute de las exposiciones de reconocidos artistas. Camine unos metros más hacia adelante y sumérjase en el Centro de Fotografía Georges Dussaud, suba por su fabulosa escalinata que lo conducirá hasta los magníficos trabajos del artista francés. Al final de la calle se encuentra el Museo Abade de Baçal, cuya fachada ‘mira’ hacia la Iglesia de São Vicente, de origen románico, en la cual se cree que tuvo lugar la boda secreta del rey don Pedro y doña Inés de Castro, la noble gallega que luego sería asesinada y que fue declarada póstumamente por su marido reina de Portugal.
Prosiga rumbo a la Ciudadela de Bragança, por calles empinadas, donde las piedras respiran historia. Descubrirá una ciudad amurallada, encaramada en lo alto de una colina en el extremo oriental. Tras pasar sus puertas con arcos observará cómo este barrio medieval ha sido excelentemente conservado, cuyo ex-libris es el más bello Castillo de Portugal, que tiene como ‘compañeros’ a la Iglesia de Santa Maria do Sardão. Y vecina también la Domus Municipalis, monumento único en toda la Península Ibérica. Un antiguo consistorio de planta irregular y trazas medievales que fue erigido en el siglo XII y que está casi pegado a la Iglesia de Santa María.
Patrimonio inigualable
Bragança conserva un patrimonio inigualable en un centro histórico compacto, que fácilmente se recorre a pie. Su empedrado desgastado es testigo de una Historia agitada que se remonta a la Edad de Bronce. Cuenta con la presencia de romanos, suevos y visigodos, y las huellas de enfrentamientos que ayudaron a establecer las líneas de frontera y la importancia estratégica de burgo.
En Bragança los caminos hacia el futuro se asientan en tradiciones de origen milenario. En esta ciudad dinámica, con una diversificada oferta cultural, la arquitectura contemporánea convive con desfiles de Caretos (enmascarados que evocan rituales de iniciación) y los museos exponen, tanto la herencia etnográfica de la región, como las últimas creaciones de artistas consagrados.
Disfrutar
Pocos territorios poseen una biodiversidad tan rica como el Parque Natural de Montesinho y la Sierra de la Nogueira, a las puertas de Bragança. Con un 80 por ciento de los mamíferos que existen en Portugal, solo aquí se podrá encontrar con manadas de ciervos junto a la carretera, avistar un corzo alimentándose en un robledal, descubrir señales de la presencia de jabalíes o escuchar el aullido de un lobo.
Esta abundancia de fauna silvestre hace que la caza sea una importante industria de la zona.
La naturaleza de la zona es desbordante y generosa. Y como ejemplo, los bosques de castaños, que en otoño ofrecen su fruto en abundancia.
Saborear
La gastronomía de Bragança destaca por la calidad de sus productos, con sabores y aromas que nos transportan a los paisajes de donde provienen. Su confección simple está guiada por manos sabias, que conocen bien el origen de los ingredientes, muchas veces llevados directamente de la huerta a la cocina.
Entre estos productos, destaca el ‘butelo’ o botillo, un sabroso plato tradicional ideal para degustar en estos fríos meses de invierno.
Conocer
Aunque siempre es bien recibida una visita, una fecha interesante para visitar Bragança es a principios del mes de mayo, cuando acoge por tres días la Feira das Cantarinhas, la mayor feria callejera de artesanía tradicional de la región. Como también a su Festa da História, con montaje en la Ciudadela, integrada en la fiesta de la ciudad con todo un despliegue de figurantes, vestimentas, costumbres, músicas y mesones. La histórica ciudad de Bragança y su Cámara Municipal invitan a un viaje en su historia. La Festa da História viste a la zona histórica de la ciudad de color y animación donde el pasado medieval ofrece una nueva forma de vida en pleno siglo XXI.
También tiene interés, ‘no cimo de Portugal’ -en lo alto de Portugal-, Norcaça, Norpesca e Norcastanha. Un importante evento de desarrollo económico y turístico y de oferta de ocio de naturaleza en Trás-os-Montes. Todas con la pretensión de valorizar el patrimonio cinegético, piscícola, gastronómico y turístico del Norte de Portugal. Una más que interesante propuesta para todos los cazadores, pescadores, agentes económicos y amantes de la naturaleza. Son cuatro días donde tienen una interesante cita para comprar, comparar, observar los últimos uniformes, escopetas… y cómo no, diversión.
Y para diversión en época de invierno, nada mejor que Bragança, Tierra de Navidad y de Sueños, un completo programa de actividades que van del 1 al 31 de diciembre, con mucha animación, música, gran pista de hielo, fuego, luz, sabores, sabores y sorpresas para pequeños, mayores y familias. Y todo en el mismo centro de la ciudad, Plaça Camões y Plaça da Sé.
En Bragança el dicho es elocuente: Quien de aquí parte, siempre quiere volver.
REPORTAJE GRÁFICO: LUIS FALCAO