El Virgen de la Concha se estrenaba en liga en el Ángel Nieto y ante su afición, muy poco abundante este primer partido como se pudo ver en las gradas. Además, lucían su nueva equipación, muy zamorana por cierto. Todo estaba preparado para un partido que se preveía complicado, pero que superó las expectativas.
Durante los primeros minutos de partido los gallegos estaban desconcentrados, no acertaban en su juego y eso sirvió como preliminar para que el Innova Chef se adelantara en el marcador. pero poco le duró al alegría a los zamoranos, ya que los lucenses comenzaron a meterse en el partido y con una gran defensa, bien planteada, hacían imposible llegar al Virgen de la Concha a la canasta rival. Desde este momento, la intensidad y superioridad de los rivales se hacía patente en la pista y el club zamorano tenía serias dificultades para encestar.
En el segundo cuarto más de lo mismo, continuos fallos técnicos, pérdida de rebotes y una gran muralla defensiva de los lucenses que impedían al Innova Chef llegar al área contraria. La superioridad del rival cada vez destacaba más y esto se veía en el resultado, llegando al descanso con un marcador muy amplio para los gallegos, (26-40).
Tras el descanso, el Innova Chef lo tenía muy complicado ante la gran superioridad del conjunto gallego, pero aun así intentó remediarlo. Varios triples seguidos hicieron que el marcador no se ampliara más de cara a los rivales intentando el equipo de Javier Miguel frenar un poco al Estudiantes de Lugo, pero los rebotes y los tiros a canasta desde dentro del área seguían resultando imposibles finalizando el tercer cuarto con un (44-57).
Ya en el último cuarto el Innova Chef tenía el partido muy cuesta arriba, solo salvado por un milagro. El banquillo gallego comenzaba a gritar cuando el balón caía en manos de los zamoranos y el conjunto de Javier Miguel hacía todo lo posible por llegar, pero era imposible. Gran cantidad de faltas en este ultimo cuarto que dificultaban el juego rápido y un Innova Chef que acertaba más en el tiro, pero que ya era demasiado tarde. El primer partido de liga en casa traía consigo una derrota ante un rival muy superior en todos los aspectos, un rival que ganó el partido con una amplia ventaja (58-82).