Las mascaradas de invierno son un ejemplo de supervivencia de la cultura que aún puede palpitar en nuestra península, en concreto en Zamora, donde las tradiciones festivas cuyo origen se remonta al pasado salen a las calles durante el solsticio de invierno. Personajes extravagantes, con ropas llamativas y peculiares protagonizan las celebraciones más características de algunos municipios zamoranos.
Y es que estos personajes diablescos que realizan actividades llamativas por las calles suelen estar representados por los jóvenes de la localidad, que son los encargados y los valientes de encarnar a estos personajes acompañados de cencerros y otros instrumentos adecuados para asustar y en ocasiones golpear al público.
Pero estas figuras diablescas tienen un gran trabajo detrás, una extravagante indumentaria y un peculiar y llamativo maquillaje son algunos de los puntos más importantes de estas ‘máscaras’. Por ello, con motivo del desfile de este sábado en la capital, la Sala de Conferencias del Colegio Universitario acogió este viernes la conferencia ‘El Arte del Vestir y Maquillar en la Máscara’ a cargo de Bernardo Calvo Brioso.
Detalle a detalle, Calvo Brioso fue explicando todos los minuciosos pasos a seguir antes de que una máscara, en este caso concreto ‘El Zangarrón de Montamarta’ salga a las calles los días 1 y 6 de enero. En este caso particular son los quintos los encargados de encarnar al Zangarrón y sus elementos tradicionales son los cencerros, el aguinaldo, la bendición de los panes y la venia a las autoridades. ‘El Zangarrón de Montamarta es considerado por muchos la mascarada más auténtica de la provincia.